1. Hoy la báscula se volvió loca. Me dio a pesar un montón de números diferentes. Suelo pesarme en dos direcciones, y normalmente coinciden. Esta vez no, fueron entre 85.6 y 86.3, me pesé más veces pero siempre diferente, o sea que me quedo con el del medio: 86.0
2. No comí nada, pero bebí una diet pepsi. De hecho, a lo largo de la tarde bebí otra diet cola. Son las que no tienen calorías. Luego fui a patinar sobre hielo durante una hora, que eso sí cuenta como ejercicio. Llegué a casa alrededor de las diez y media y terminé de ordenar y aspiré mi habitación. Me desvié del objetivo porque bebí lo que debe ser medio litro de pepsi y mi organismo aún no lo expulsó.
3. No voy a comer nada, y voy a dormir.
4. Mañana, tal vez de manera un tanto inocente, espero (sobre todo deseo) pesar 84.4 kgs Bueno, veremos si la báscula no está tan loca.
Ya tomo siempre diet pepsi, pero aún así tengo que recordar que no debo tomar NUNCA DE LA OTRA, pues si se ve detenidamente, las calorías que tiene un vaso de cocacola normal (que son 250 ml) es una barbaridad, y da la misma satisfacción al paladar que la que no tiene calorías. ¿No es una barbaridad tirar lo que se consigue esforzándose y comiendo menos, por la estupidez de tomar una bebida dulce con calorías en vez de la misma bebida dulce SIN CALORÍAS?.
En esta asignatura NO ESTÁ PERMITIDO SER VAGA: tengo que poner absolutamente todo mi empeño para que me resulte lo más fácil sacar un 10 y no ponerme yo misma piedras en el camino, o al menos no poner piedras gordas, cuando me da exactamente el mismo trabajo poner arena fina y sin embargo con una podré seguir perfectamente mi camino para obtener un 10 y con la otra me iré parando y caminando hacia atrás cada poco.
Tengo que ser algo (o mejor, muy) sensata y optimizar lo que pueda dar placer a mi paladar! ¡No puedo comer ni beber algo que me de un montón de calorías cuando puedo tomar algo que me produce el mismo placer, pero SIN CALORÍAS! Y eso no sólo para la bebida azucarada, sino para todas las cosas que haya sin calorías o con muy pocas (yogures, queso, etc, etc)
Es sólo cuestión de ser previsora y tener en casa de este tipo de comidas, por lo que me ocuparé de gastar parte de mi dinero en comprar esa clase de comidas y bebidas. Es necesario tener a mano esas comidas bajas en calorías, como lo es tener unas ceras un poco buenas para sacar un 10 en clase de Dibujo, o tener una libreta y un bolígrafo en otras asignaturas para poder sacar el 10.
Para aprobar con 10 (llegar al objetivo de pesar 73 kg) es imprescindible que me acostumbre a usar sólo las herramientas apropiadas, aunque me lleve un poco más de energía o me cueste más trabajo: y lo más fácil, y por tanto en eso jamás puedo fallar, es NO USAR PARA BEBER BEBIDAS CON CALORÍAS, NUNCA, porque las hay SIN CALORÍAS. Y también debo tener cuidado con el resto de alimentos, tratándolos de comer sin calorías o bajos en calorías, para que me ayuden en mi objetivo: CUALQUIER AYUDA, POR PEQUEÑA QUE SEA ES UNA AYUDA Y ME ACERCA MÁS A MI 10.
Y CUALQUIER TROPIEZO, POR PEQUEÑITO QUE SEA, ES UN TROPIEZO Y ME ALEJARÁ MÁS DE MI OBJETIVO.
Por tanto, CONCLUSIÓN: NO TROPEZAR, SOBRE TODO SI ES MUY FÁCIL EVITARLO, pues así al menos las cosas facilísimas de evitar no me van a apartar ni un milímetro de mi objetivo.
Bueno, mañana, pesar 84,4 kgs, tal vez no llegue a pearlos, sobre todo porque al menos cometí un exceso: tomar un bocadillo. Seguramente estaré más bien en torno a los 85 o 85 un poco pasados.
De todas maneras sé que va haber muchos momentos en que de pasitos para atrás, pero de lo que se trata es de no abandonar y, al partir desde atrás correr un poco más el día siguiente para tratar de recuperar esa pérdida cuanto antes.
Hoy mismo he hablado con mi padre y él también quiere estar en 73 kilos (como yo) para junio, así que a él le toca mantenerse y a mi bajar 13 kilos. A los 2 nos será más fácil, primero bajarlos y luego mantenernos si estamos unidos y aprendiendo uno del otro, pues a pesar de que él ya ha bajado prácticamente 30 kilos y los ha mantenido hasta ahora, y además me lleva 32 años de edad, lo cierto es que se puede y debe aprender hasta del bicho más pequeño, incluso de los bebés, o de las hijas adolescentes de 16 años, tanto como de cualquier otro insecto, conejo, león o dromedario, con la única condición de querer aprender y ser una persona algo atenta y mínimamente inteligente (todos los seres humanos somos seres inteligentes, y por lo tanto yo también), y por tanto tanto yo como mi padre estoy segura que sabremos aprovechar todo lo que observemos unos del otro, incluso aunque uno sea el padre de la otra.
Good night!!!!
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